TRANSFORMA TUS CONFLICTOS INTERNOS EN OPORTUNIDADES PARA CONOCERTE Y AMARTE TAL COMO ERES. 

-Cambia la relación que tienes con tus propias emociones y conviértelas en tus aliadas.-

¿HAS INTENTADO “REGULAR” TUS EMOCIONES?

Si tienes el hábito de mirarte por dentro y te has fijado en todo lo que pasa con tus emociones, quizás hayas intentado hacer alguna cosa para “regularlas” y has descubierto que no es tan fácil como lo venden en los libros de autoayuda.

Las emociones son el programa biológico que traemos como mamíferos. Ellas nos permiten seleccionar la información del exterior que es importante para nuestra supervivencia y activar una respuesta “adecuada” al estímulo que estamos procesando con los sentidos. Si nos hacen daño, se activa la rabia; si perdemos a alguien, se activa la tristeza; si notamos una amenaza, sentimos miedo y si tenemos una satisfacción, sentimos alegría. Hay otras emociones, pero estas son las que se consideran básicas porque las compartimos en todas las culturas.

Estamos de acuerdo en la teoría, y lo de la función que tienen las emociones suena muy bonito, pero cuando nos llevamos mal con ellas, y se desbordan o desaparecen, afecta muchísimo al concepto que tenemos de nosotras mismas, y por tanto, a nuestra autoestima. 

Si te sientes desorientada, cansada de repetir los mismos patrones y no entiendes por que te sigue pasando lo que tantas veces has deseado cambiar, es posible que te hayas lanzado a buscar soluciones (o alivios), como por ejemplo escuchar audios de meditación o mindfulness a ver si eres capaz de mantenerte serena y tranquila, porque esta es tu voluntad, la de estar calmada y así es como quieres ser con las personas que te rodean y contigo misma. 

CUANDO LAS EMOCIONES SE DESBORDAN

Hay muchas maneras de recuperar el equilibrio cuando las emociones nos derriban por dentro.

La práctica diaria de la meditación es muy recomendada y tiene beneficios evidentes y contrastados, pero a veces, no es suficiente y nos parece que estamos utilizando una tirita ante una hemorragia. Además, lo de que sea diaria se puede convertir en una quimera que vemos como inalcanzable.

Entonces, lo de la serenidad y la tranquilidad en el planeta en que vivimos, con los tiempos que corren, ¿existe o es una fantasía inalcanzable?

Para asegurarme de que vivimos en el mismo planeta te invito a hacer un ejercicio de introspección:

Te invito a mirar hacia dentro y responderte a ti mismas las siguientes preguntas para darte cuenta de cómo es eso en ti: 

  • ¿Qué circunstancias o situaciones te sobresaltan o desbordan?
  • ¿Cómo sueles manejar tus emociones intensas? 
  • ¿Qué emociones te permites y tienen lugar en ti y cuáles no?
  • ¿Qué sientes hacia estas emociones? ¿cómo te relacionas con ellas? 

Con este ejercicio habrás podido descubrir que te sucede lo que nos pasa a muchas personas, que es que nos desbordan muchas situaciones, (aunque cada cual tiene aquellas que son sus “preferidas”) nos manejamos mal con algunas emociones y por eso, tenemos varias emociones “prohibidas”, que intentamos reprimir en cuanto podemos y que a veces hacen apariciones estelares para luego volver a desaparecer. Siempre nos sentimos mal cuando aparecen y deseamos dejar de sentirlas. Las rechazamos y con ello, rechazamos una parte de nosotras.

Entonces, ¿Qué podemos hacer? 

MINDFULNESS EMOCIONAL

Te propongo hacer lo contrario de rechazar aquellas emociones que puedan incomodarte, usando una técnica muy específica de Mindfulness que no sirve sólo para calmar las aguas de la mente, sino para sumergirse y bucear en ellas. Se trata de observar las emociones cuando aparecen y aceptarlas. Abrazarlas con todo lo que contienen. A esta técnica específica, en Matriusques, la llamamos Mindfulness Emocional y la utilizamos y enseñamos tanto en terapia individual como en los talleres de “Las voces que hay dentro de ti”.

Y, ¿cómo se hace? 

A continuación te explico los pasos básicos del “Mindfulness Emocional”:

      1. Para empezar, permítete un espacio de silencio y recogimiento y lleva tu atención hacia el cuerpo y la respiración.

      2. Luego, date unos minutos para poder notar en el cuerpo no sólo la emoción sino lo que tú sientes hacia esa emoción.

 Por ejemplo: Alguien te cuestiona en una decisión que has tomado. Eso es una invasión del territorio (en el terreno de lo simbólico, claro!) y la respuesta instintiva es la rabia y aparece con la misma corporeidad que si fuera una invasión real de tu espacio físico. ¿Notas la rabia en tu cuerpo? ¿Cómo la notas? ¿En qué parte? ¿Cómo cambia tu respiración? ¿Hay zonas que se tensan más que otras? ¿Y qué sientes tu con el hecho que suceda todo esto en tu cuerpo? 

       3. Date cuenta de cómo sucede todo esto en tu cuerpo sin intentar modificar nada. Solo observando. Puedes hacerlo con la rabia o con cualquier emoción que quieras investigar.

Así, simplemente nos acercamos a cada una de nuestras voces con interés, con curiosidad y sin juicio. Las miramos con amor y aceptación.

Y cuando aparecen las emociones y las escuchamos, ellas nos hablan, nos explican, nos cuentan sus razones, nos confían su propósito y sus necesidades. 

Por ejemplo ¿Qué podemos encontrar detrás de la rabia?

Si te permites conocer tu propia rabia, la escuchas y la aceptas, quizás ella puede ayudarte a saber más detalles de tu dolor, de tus miedos y de todo aquello que guardas detrás del fuego.

Y ¿Qué puede haber de bueno en sentir el miedo?

Si te permites entrar a sentir tu miedo, podrás conectar con la energía vibrante que hay disponible para ti para pasar a la acción o para protegerte del peligro, cuando este sea real.

¿Y la culpa? ¿la culpa sirve para algo?

Si te permites entrar a conocer tu culpa, ella te contará lo que esconde, sea amor, sea dolor, sea una herida o sea la aceptación de haber hecho daño a alguien o a ti misma.

¿Y la vergüenza? ¿La vergüenza también la tengo que mirar con aceptación?

Si te permites entrar a conocer tu vergüenza, quizás te cuente todas esas ocasiones en las que tuviste que traicionarte a ti misma para poder agradar y asegurarte que pertenecías al grupo y todo lo que tuviste que hacer para compensar la sensación de que no eras bienvenida tal y como eras.

Y con eso quizá descubres que hay una parte de ti que de verdad te acepta incondicionalmente.

¿La tristeza? ¿me aporta algo positivo?

Si te permites experimentar el dolor que hay en la pérdida, la tristeza te dará el espacio de intimidad contigo misma para reconocer todo el amor que aún te une a aquello o esa persona que ya no está.

Y ¿el amor? ¿qué hay que hacer con el amor?

Nuestra emoción preferida, y la más difícil de sostener. Si te permites sentir el amor en toda su plenitud, su intensidad puede purificarte y transformarte como ninguna otra cosa lo haya hecho jamás.

Por tanto, ¿Qué nos aporta acercarnos a nuestras emociones? 

Las emociones nos cuentan sus razones y sus necesidades y con eso nos conocemos más profundamente, aportándonos una multitud de beneficios como por ejemplo:

  • Mejorar la relación que tienes contigo misma y aumentar la autoestima.
  • Descubrir partes de ti que te hacen brillar más completa.
  • Encontrar una paz interna auténtica al aceptar tus propias emociones.
  • Recuperar la energía que invertias en rechazar emociones o voces internas.
  • Conseguir más autenticidad, espontaneidad, confianza en la vida.
  • Convertir-te en un modelo de Inteligencia Emocional para las personas de tu alrededor.

De esta manera no estarás intentando “regular” tus emociones, sinó favorecer que se auto-regulen en un diálogo entre tu y ellas, en el que todas las partes salis ganando.

Y ¿cómo puedo apender a aplicar esto en mi día a día?

Si quieres aprender a “regular” tus emociones, cambiando la relación que tienes con ellas y convirtiendolas en tus aliadas, te invito a realizar el curso on-line de “las voces que hay dentro de ti”.

En este curso, tendrás un espacio para poder abrirte a sentir, a descubrir y a conocer un poco más cuál es el precioso regalo que te traen las emociones cuando hacen toc-toc en tu puerta.

Y podrás descubrir una nueva manera de estar contigo misma, encontrándote, conociéndote y abrazándote, gozando de todo lo que se revela cuando permaneces contigo y con tu interior.

Puedes conocer en qué consiste haciendo click en este botón:

Autora: Cristina Salvia, psicóloga, psicoterapeuta humanista e integrativa-relacional, especialista en mindfulness y neuroprocessamiento del trauma.

Fundadora i directora de Matriusques.