“…Cuando tuvimos a nuestra hija, yo estaba muy ilusionado, pero lo que vino a continuación, francamente no me lo esperaba…a los pocos meses la situación para mí se hizo insoportable, la niña lloraba todo el tiempo, incluso las noches, mi pareja estaba intratable…estuve a punto de irme de casa.

La verdad es que no se me había ocurrido que podía pedir ayuda profesional y sinceramente fue uno de los mejores pasos y más importantes que he dado en mi vida, lo cierto es que a partir de ahí todo comenzó a cambiar poco a poco hasta hoy en día…recibir ese apoyo y esas pautas fue todo un gran alivio la verdad…”

“…Lo peor que llevaba era la sensación interna de soledad, y cuando veía a mi pareja como estaba con la niña, yo quería hacer lo mismo, vivir lo mismo…y cuanto más lo intentaba más difícil me parecía y más ansioso me ponía. Estaba forzando algo que en ese entonces no me cuestionaba ni siquiera como antinatural, sencillamente no me daba cuenta de nada de esto.

Cuando acudí a Matriusques, el terapeuta me mostró muy claro cómo estaban mis emociones, qué era lo que más me asustaba y me dolía. No fue un recorrido fácil, sobre todo al principio, pero actualmente,  estoy muy tranquilo porque ya he podido ver y entender lo que me pasaba y cual era mi función en todo esto.

Gracias, lo recomiendo mucho, sobre todo a los que son padres por primera vez…”

“…En el primer año las discusiones con mi mujer, cuando casi nunca habíamos discutido antes, fueron constantes, me sacaba de quicio tanto decirme (no estás, no estás, no estás) a todas horas, reconozco que tuve arrebatos de ira como no los había tenido antes, al menos con ella. Trabajaba muchas horas, como nunca, me preocupaba que no faltara de nada en casa, y más me enfadaba porque los reproches de ella yo pensaba que eran muy injustos cuando estaba cumpliendo con mi deber como un campeón.

No fue hasta que ella me puso un ultimátum para ir a terapia que la cosa cambió. No estaba nada convencido, me parecía un derroche de dinero, pero tampoco quería perderla a ella ni a mi hijo y sabía que hablaba muy en serio.

Entonces empecé a entender a lo que se refería con que “no estaba”…es algo complejo de explicar, pero gracias a la terapia me di cuenta que no sólo con el nacimiento de Lucas (mi hijo), en realidad desde siempre me había costado ser sincero y expresar mis verdaderos sentimientos en las relaciones, con mi familia también…y eso comprendí después que significaba estar.

En fín, estoy muy agradecido a Matriusques por su ayuda y su profesionalidad…”

“…Yo he seguido acudiendo en alguna ocasión a terapia, más que nada para recibir no sólo el asesoramiento que está muy bien, también el hecho de sentirte escuchado y reforzado desahoga mucho y te da confianza. Soy padre de 2 niños, y todo lo que aprendí en el proceso del primero cuando fui a consulta en Matriusques me sirvió totalmente para el segundo, lo que te enseñan es algo que no se olvida…no es una labor fácil y surgen a veces sorpresas que no sabes muy bien cómo hacer frente…como se suele decir, no se nace aprendido con este conocimiento…”