Mi nombre es José Angulo, soy psicólogo y cuando miro con detenimiento hacia atrás mi trayectoria profesional, justo este 2021, de 30 años ya, veo que fuera en un campo u otro (drogodependencias, trastornos alimentarios, depresiones, ansiedad, etc.etc.), mi atención siempre ha estado puesta sobre todo en el VÍNCULO, en las diferentes maneras que nos solemos relacionar las personas, con nosotros mismos, con los demás y con el mundo, y cómo ello nos afecta, nos condiciona…

Lo principal del sufrimiento humano, si observamos con atención, tiene que ver con lo AFECTIVO… las relaciones con los amigos, familiares, especialmente hermanos, padres e hijos… ¿Cuando no se nos han “movido los cimientos” por estos motivos?… ¿Y con la PAREJA?, ¿quién no ha sufrido de DESAMOR en algún momento de su vida, estando en intimidad con alguien?…

Y cuando nos referimos a la sexualidad, nos metemos en terrenos aún más delicados en muchas ocasiones y que resultan especialmente dolorosos cuando hay desencuentro… el dolor de la ausencia de miradas, la necesidad de sentir la calidez del contacto físico con el otro y no tenerlo o no llegar realmente a sentirlo… o cuando te sientes utilizad@ o el sexo se convierte en una moneda de cambio… un sinfín de ejemplos y situaciones que reflejan nuestras heridas afectivas también en el vínculo a través de la sexualidad…

Con la motivación de sanar mi propia vivencia de la sexualidad y ofrecer la mejor ayuda posible en este sentido, acabé entrando hace tiempo en el mundo del Tantra y el Tao de la sexualidad aprendiendo de personas entregadas durante toda sus vidas a ello como: Ronald Fuchs, Krishnananda y Amana y algunos maestros budistas tibetanos e investigando y practicando acerca de toda la inmensa labor desarrollada por David Deida y Mantak Chía.

Y con todo ese aprendizaje e inspiración, desarrollando mi propia labor en esta área como profesional de la psicología tanto en consulta individual como en diversos proyectos grupales, llegando a crear el programa SEXUALIDAD CRECIENTE que espero desde lo más profundo de mi corazón que cause todo el bien posible, ayudando a las parejas que así lo deseen a desarrollar su sexualidad hacia una mayor intimidad, plenitud y conexión.